Lo que me ha costado darme cuenta de dónde estoy.
Nunca pensé que este cambio de ciudad vendría acompañado de tal cantidad de cambios, turbulencias...pero así ha sido, y hay que adaptarse a todo.
Pero después de la tempestad viene la calma. O al menos mi concepto de calma...que tiene más que ver con la paz interior que con la falta de actividad...oh yeah!
Además de dar el paso definitivo hacia el "vegetarianismo" (consecuencia inevitable de dos años pasados por sidra), de alguna manera estoy empezando a pensar en creer en el destino...je. Después de lo sucedido las dos últimas semanas...me da que pensar, pero vamos, bien.
Respecto a la vida en la gasolinera...cargada de novedades. La verdad es que fue toda una alegría (llámese calma, je) que me confirmaran el cambio Lima por Houston fue una gran noticia. Las condiciones son diferentes, pero más a mi gusto...y con seis meses de vacaciones anuales!!!baina ona, baina ondo!!
Las últimas semanas están poniendo las cosas de nuevo, poco a poco, en su sitio. Aunque la cantidad de novedades, es tan grande, que poner al día esto sería demasiado laborioso. Así que supongamos que, de aquí a un tiempo iré tratando de volver a la naturaleza original. Volver a la normalidad.
